sábado, 13 de diciembre de 2014

Trece de septiembre.

Si la poesía es arte,
voy a usarla para revolucionarme,
voy a gritar que te quiero
igual que grito libertad a estos perros del gobierno.
Elevaré tus sueños
como elevo el puño,
y cantaré silencios en tu boca,
como canto día a día
que exijo la libertad de expresión,
que,
como derecho natural,
tengo desde que por primera vez
salí a enfrentarme al mundo;
aunque sin saber,
por supuesto,
que el poder estaba en manos de unos necios,
que roban tantas veces como nos sonríen falsamente,
para que caigamos en su trampa electoral.
Confío en ti,
a diferencia de en ellos,
que solo hacen promesas para romperlas luego.
Buscaré soluciones,
cada vez que se forme una pequeña grieta entre nosotras,
pero de verdad, sin hipocresía,
sin seguir ejemplos de gobernantes corruptos.
Juro no dejar que te hundas,
no como ellos,
que aparte de dejarnos,
nos han empujado más hacia abajo.
Y no voy a llamar a esto crítica,
voy a llamarlo declaración de amor,
como hacen ellos,
idéntico,
cambiando el nombre a las cosas,
para tapar la realidad de mierda en la que nos quieren hacer caer,
sin darnos cuenta.
Pero una cosa sí es cierta,
lucharé por amor,
igual que lucho por derechos justos,
porque nos merecemos vivir de la misma manera que queremos,
sin ataduras, sin mentiras, sin falsedad,
bien.

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