Siempre he sido la chica alegre,
la chica del vestido a cuadros.
La que dicen que siempre lleva una sonrisa,
una cesta
y muchas ganas.
Caperucita -a cuadros-
Y el lobo siguiéndome pisándome los talones.
Por qué el lobo nunca ha tenido nombre.
Si yo siempre lo he considerado como el miedo que nos sigue.
Miedo a no conseguir lo que esperan que consigas,
a no llegar,
- ¿a dónde?
No lo sé, que me lo digan ellos.
Siempre me lo dicen ellos.
La voz en off de mi vida, la gente, que me dicen
cómo
dónde
por qué
cuándo
y que el lobo feroz,
se llama lobo y es simplemente un animal.
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