miércoles, 6 de agosto de 2014

Hasta siempre.

Nunca me han gustado las despedidas, 
pero creo, que la nuestra, 
se estaba alargando mucho,
quizás por mi, 
porque no veía, 
más allá de ti y de tu sonrisa. 
Siento las noches en vela que,
sin importarme y sin querer ofender, 
he pasado pensando en un futuro,
contigo,
siento si alguna de mis lágrimas, 
no cayó en silencio y te fue molesto
escuchar el sonido de un te echo de menos
que no quisiste jamás.
Perdóname si te dediqué palabras,
hechos, sonrisas y suspiros, 
que no venían a cuento y que,
te pudieron hacer sentir incómoda,
por dormir apoyada en mi almohada
pensando que es tu pecho,
por mirarte tan fijamente que perdía,
a parte de perderme a mí, 
el hilo de la conversación.
Adiós te digo, ahora que ya te has ido, 
y añado que no me tengas rencor,
que yo solo te quise desde el primer día, 
hasta el último segundo de este adiós.

2 comentarios: